En el punto.

Mi cuerpo debe permanecer alerta... atento a cualquier posibilidad de que el alma quiera escapar... debe ser fuerte, porque aunque te maldiga dios y a la vida que tenemos, no quiero irme de este lugar... aun no... aun queda algo por hacer.

En el fin de los tiempos, unos pocos bajaremos, mataremos y cortaremos la cabeza de tu peor enemigo pero ninguno podrá llevártela como trofeo, nos pudriremos con ella... pero la satisfacción de ver al mundo reir eternamente quedará grabada a fuego en mi alma.

Antes... respóndeme algo... ¿De qué están hechos los niños? es una duda que aun no puedo responder... respóndeme antes de levantar mi espada porfavor.

Aun escucho la música... la misma música de la banda sonora de mis sueños... la misma música de mi nacimiento y cada vez se hace más fuerte... no se si me gusta más o menos.

Llorar..

¿Por estar triste?
¿Por estar feliz?
¿Por estar aburrido?
¿Para llamar la atención?
Lo cierto es que todos nacemos llorando, vivimos llorando y morimos haciendo llorar.
Tengo sed... y tus lágrimas me la quitan... me confirman mi superioridad que solo está en mi mente, me confirman mi esclavitud a sentimientos ajenos que no me permiten salvar el mundo... Creanme... lo he intentado, quiero salvarlos, pero mi naturaleza de ser humano me lo prohibe, la vanidad es más fuerte que yo, es por eso que lloro por sus ojos, sufro en sus mentes y corazones es por eso que yo no siento pero quiero sentir.

Llorar no es estúpido, el estúpido soy yo, que le tiene miedo a sentir y por eso siente a través de otras personas, yo sufro a través de sus corazones.
Mi cobardía no me permite gritarle al mundo quien soy, y me escondo, y no lloro, y actuo, y no sufro, y me miento... siempre me miento.