¿De qué están hechos los niños?

Me hubiera gustado ser alguna vez un niño.

viernes, 18 de mayo de 2018

Fue real o lo imaginaste

Es viernes, vísperas de fin de semana largo, el mundo tiene otro ánimo, un tipo de energía libre, felicidad… pero yo como siempre al salir de la rutina quedo vacío. La dinámica de mantenerme ocupado para no tener que indagar en lo que mi cerebro me grita hace tiempo, se ha puesto en pausa. Yo sé lo que debo hacer, desde hace mucho que lo sé pero debo convencer a mi valentía, y ese no es un trabajo rápido, debo argumentarme con espejos que me digan lo que merezco, debo llorar a través de ojos ajenos toda la tristeza de mi alma, debo apagar mi llama de a poco, mi llama siempre flameante, intensa, que podría quemar el mundo, ya está bastante débil, lo estoy logrando. No me pueden culpar por no sentir, por no sentir amor hacia mí, por sentir solo deseos de dormir, por estar en un semáforo esperando el verde e imaginar que salgo disparado antes que cambie el color. Imaginar como sería un golpe directo en mi pierna derecha, imaginar como sería azotar mi cabeza descubierta contra el pavimento. Mirar cada accidente buscando mi rostro en alguna persona. No me pueden culpar por no sentir ganas de no seguir sintiendo. He buscado respuestas, mi mente y alma se han mantenido cautivas durante mucho tiempo en deporte, hobbies, amor, rutina… y quizás me hubiera gustado permanecer en ese estado… pero aquí estoy, intentando entender mi cerebro a través de las palabras, intentando crear algo que me entregue al menos una pista de lo que pasa. No grito, no lloro, no río, no me preocupo, no siento, no siento nada… y las respuestas para sentir las estoy construyendo de a poco. Las personas se cansan, yo me cansé de mí, no puedo pedir a alguien que detenga su corazón para ver como limpio mi alma, no puedo pedir a alguien que deje sangrar su alma para purificar la mía, porque todo lo banal que alguna vez vi en el mundo, hoy se volvió infinito. El mundo sigue igual, pero mis ojos sin luz solo pueden ver en una dirección y les juro que es inevitable. Yo no bebo alcohol, no fumo, no me drogo, pero me he vuelto un adicto absolutamente dependiente de tristeza, mi cuerpo absorbe de lunes a domingo toneladas de lágrimas jamás botadas, toneladas de ira jamás explotada, y milímetros de ideas para acabar con esto. La lucha es desigual, porque quiero cruzar al otro lado pero solo hay un camino posible, solo veo un puente de paz, de calma, de silencio, de un silencio que me llene todos los vacíos internos, un silencio que entre directo a mi futuro, envolviéndome por completo y dejarme abrazado eternamente. No hay nadie responsable más que yo, todo esto es absolutamente culpa mía, por no tener la valentía de girar el volante, y solo seguir en la dirección no deseada. Hoy me dijeron que era cómodo, y sí… estoy buscando permanentemente la comodidad, esconderme en mi oscuridad donde ojalá nadie me vea, a veces mi ego me traiciona, mi vanidad me levanta pero son solo destellos de luz que se ven desde lejos, desde tan lejos que no sabes si fue real o lo imaginaste.

viernes, 10 de febrero de 2017

El tiempo no avanza...

No sé si te pasa lo mismo, y te hablo aquí pensando que algún día leerás esto. El tiempo no cura nada, el tiempo solo borra lo frágil, lo indeciso, lo que no trasciende... borra las cosas que dudamos, las que no estamos seguros, borra en lo que no creemos... Pero como borrar un sentimiento que está grabado en todo lo que conforma a un ser humano? Como hacer que el tiempo y las nuevas experiencias me hagan olvidar este sabor que tengo en la boca? o esta sonrisa que tengo grabada en mi mente? Esto es desesperante, literalmente grito tu nombre con todas mis fuerzas cuando voy en moto por la carretera, lo grito ahí para que nadie me escuche, lo grito para sacarlo de adentro, para vaciarme... pero cada vez que lo hago tu recuerdo me golpea más fuerte, más directo, más seguro. En la lucha de mi mente con mis sentimientos, por lo general gana mi mente, pero hoy, cada vez se equilibran más en tu nombre. Sé que te pasa lo mismo, lo que me pasa no puede ser un sentimiento vacío, vacío como un grito al cielo... lo que me pasa debe ser un punto de energía que desemboca en otro, tú. Si bien cada vez te quiero más cerca mío, cada vez me convenzo que mi egoísmo debe parar, tus sentimientos y tu persona es lo que más me importa en la vida. Tú eres mi vida. Sueño contigo, te veo en otros rostros, te imagino, te busco en las calles, miro tus fotos, te llamo... todos los días te llamo.

domingo, 21 de junio de 2015

Hoy es un buen momento para morir

Hoy es un buen momento para morir. Si pudiera elegir una etapa de mi vida para morir, elegiría este momento. No es estar triste, es ser práctico. No tengo responsabilidades emocionales con nadie, las personas que me importan ya tienen su vida resuelta, por lo que el sufrimiento que provocaría sería el menos intenso de lo que llevo de vida. Imagino que en un tiempo más debería tener más cargas emocionales, entonces no sería un buen momento para morir. Hoy es un buen momento para morir, antes que la emoción y pasión se vuelvan más intensos, antes de que sea demasiado tarde. Estoy en un momento en que mi ausencia no se notaría. Soy absolutamente reemplazable. Hoy es el mejor momento para morir, irme en un sueño en búsqueda de algo, Liberar de la responsabilidad emocional de quienes me quieren, Pensar en la eternidad, sin poder disfrutarla...

Ya no lo somos.

Los animales nos ven como iguales pero sienten compasión por nosotros, ya que hemos perdido nuestra naturaleza animal… ya no pertenecemos a la perfección de la naturaleza… somos animales que cada día que pasa nos alejamos de nuestra esencia… Diseñamos nosotros mismos cárceles de 10 horas a la semana, desarrollando conocimiento inventado por nosotros pero perdiendo nuestro olfato, nuestra vista, ingiriendo químicos, y haciéndonos esclavos de nuestros falsos deseos. Somos los malditos animales envidiosos, queríamos volar como las aves, matar como los leones, mirar como las águilas, sin embargo, no nos transformamos en un súper animal… porque nuestra envidia y vanidad nunca se detienen, no nos basta con volar, queremos hacerlo cada vez más rápido, llegar más lejos… Creemos que somos dueños de un mundo que ha estado mucho antes que nosotros pero los animales, los verdaderos animales saben que solo somos una visita, una visita sin vergüenza que no pide permiso para robar, para destruir y matar. Miro a los ojos de mi gato y me dice tú no eres mi dueño, tú estás equivocado, pero quiero ayudarte a cambiar. Miro a los ojos de mi perro y me dice somos amigos, juguemos, no me vuelvas a dejar solo como todos los días.

lunes, 11 de junio de 2012

Pensar en cambios.

Cuando se dice que el pensamiento moderno sobre la modernidad se divide en dos: la modernización, en economía y política; el modernismo en el arte, la cultura y la sensibilidad, nos lleva a pensar que ambos son netamente impuestos, sólo que nos hacen creer que la modernización es en fin de una optimización de la forma de vivir y aprovechar de mejor forma los recursos. El modernismo, por su parte, lo muestran como una especie de evolución a las nuevas formas de sentir y expresar. Entonces surge una clara interrogante. ¿Realmente queremos ser modernos? Estamos quedando desestabilizados en el misterio y en lo tangible. Para vivir en un sistema capitalista tenemos que dejar la esencia del ser humano de lado. Los pueblos, el carácter místico y mítico de los pueblos van desapareciendo con un mercado que se globaliza cada día más. Las necesidades, los gustos, los deseos, todo se internacionaliza y con eso las culturas podrían perfectamente desaparecer. La pesca artesanal se está transformando en una leyenda, no se puede competir con los grandes buques pesqueros y tal vez sin siquiera desearlo obligan a los pueblos a someterse al mercado global, haciéndonos sentir a todos que no podemos frenar el avance de la corriente. Luego la población rural cree y siente que la mejor calidad de vida está en las ciudades, nuevas tierras, que la única forma de realización se encuentra a bordo de esos grandes buques. Un apoyo al materialismo pero un rechazo a la burguesía. Esto que parece contradictorio se puede entender comprendiendo los procesos, el trabajo de los hombres, la reorganización de la naturaleza, todo demostrando que el hombre cuida el lugar donde vive y se cuidan ellos mismos. La burguesía, por el contrario, sólo busca la acumulación de capital, sus empresas son sólo medios transitorios para alcanzar ese fin. Es increíble cómo se deben obligar a los hombres a compartir entre ellos con los procesos productivos y como hasta hoy en día las más recurrentes relaciones sociales se basan en las condiciones de producción. La burguesía transforma las catástrofes en formas de crear dinero. Enfrentar esta forma impuesta de vivir es el desafío que se nos presenta. Marx nos propone una modernidad con energía, con gente que no sólo esté dispuesta a la modernidad y al cambio, sino que lo busque, que lo provoque. Puedo asegurar que Marx entiende mucho mejor la burguesía que los mismos burgueses. La burguesía no le teme a reconocer la explotación de personas, a eliminar su divinidad humana y transformarla sólo en medios. Le teme a que ellos quieren y deben ser el partido del orden, pero sus grandes construcciones, las grandes cantidades de dinero y todo el carácter monumental se crea para ser destruido, de modo que el progreso y modernidad están siempre en proceso y progreso. Ya conociendo algunos puntos importantes de lo que ocurrió y ocurre con la burguesía ¿Por qué no intentamos cambiar este ciclo? Podríamos decir que la culpa es de los dueños del poder y aplastan el coraje de la gente con eso, pero es algo mucho peor. Nosotros mismos no queremos. El paradigma actual nos gusta tanto que no se quiere romper, estamos tan cómodos dentro de nosotros mismos que no nos interesa en absoluto lo que podría ser mejor, nos da miedo pensar en algún tipo de cambio, preferimos estar adormecidos, con el cerebro estancado para seguir viviendo linealmente cómodos día a día.

Poemas...

La vida está hecha de momentos, los poemas están hechos de vida. Un poema expresa un pensamiento de la vida, incita a una reflexión, un momento. La poesía dice de una situación temporal, una puesta de sol, el llanto de un niño, pero también puede hacerse cargo de una época, puede experimentarla. El amor y la muerte son temas siempre presentes en la poesía, donde lo importante no es encantarse con lo cotidiano sino darle otra mirada. Un poema es un apretón de manos... un poema es una botella lanzada al mar... un poema es encontrar en lo cotidiano algo creativo, algo que hará el momento único... como diría Reverdy "La poesía está en nosotros a causa de lo que no somos y quisiéramos ser" El mundo va teniendo varias épocas, y nuestra misión es responder de la mejor manera a lo que la época pide. Cómo diría mi amigo Hördelin "Nosotros con el arte podemos traer a uno de los dioses".

En que momento...

A veces me pregunto... en qué momento perdí mi mirada desafiante ante la incomprensión del mundo o en que momento cambié mi personalidad por un envase moldeado con metas y objetivos... A veces canto... a veces observo... a veces... solo a veces es que puedo entrar en mi y pulsar los botones que me lleven a otros tiempos, donde no importaba la hora ni el día, donde solo importaba el que pudiera respirar. Pienso que se le llama madurez, que todo el mundo ha pasado por lo mismo pero me miro en un espejo y no me veo, veo a otra persona...